Mmm... No lo sé.
Aunque esta premisa pareciera obvia, no lo es para quienes nacimos o
desarrollamos un menor grado de estupidez, pero el populacho es muy proclive a creer lo que le digan si lo dice
alguien de sus afectos, así la lógica visual le demuestre que difícilmente un
clavo pueda ser usado para sacar otro clavo, esto les resulta irrelevante para
efectos de su sentido de la probabilidad racional.
Agrégale el muy pobre hábito de la
lectura científica por parte de esta masa adoctrinada por décadas por
telenovelas y noticieros en el siglo XX, las redes sociales en el siglo XXI y
un “sistema educativo” diseñado para alienar y cauterizar la impresionante
capacidad humana de pensar por sí misma; es por eso que cuando creemos pensar,
realmente estamos escuchando.
Creo con algún margen de duda,
que es irrelevante para muchos lo que por ejemplo el gobierno de turno (eso incluye
asociados, cómplices, empleados, esbirros, etc.) diga o incluso haga, que pueda
afectar su mencionado sentido de la probabilidad racional ¿No es verdad? Porque
claro, no desarrollamos la habilidad del pensamiento crítico si lo que nos
enseñaron fue a sentarnos quietecitos, a escuchar y prestar atención. Yo te
aseguro que no importa que la evidencia empírica te coja a batazos en la cabeza
para demostrarte que tus argumentos ideológicos, religiosos o de lo que sea, no
tienen fundamentos lógicos; ¿A quién le interesan los argumentos? A nadie, casi
nadie está interesado en aprender del otro, en comprender, en pensar por sí
mismos; pero esto tiene una explicación: Nadie sabe qué es lo que no sabe. Así
que su único interés es creer con convicción y con frecuencia con violencia, en
alguien o en algo que llene ese vacío emocional, ese enorme agujero de gusano
cuántico capaz de tragarse sin pestañear, cualquier argumentación sustentada en
la evidencia empírica y confiar con todo tu ser, que sea verdad. Si no sabes
qué es lo que ignoras, pues ¿Qué podrías aprender si cualquier verdad se
encuentra justo en la zona invisible de lo que no se conoce? Así las cosas, no
hay más verdad que la tuya.
La única forma de aprendizaje en un
sistema de formación personal y social tan defectuoso, es a través de la
equivocación. El conocimiento, la verdad, se encuentra implacablemente por
fuera del alcance de quien se considera del lado de la verdad.
Es mi manera de verlo, pero claro;
puedo estar profundamente equivocado.
La verdad o la razón siempre estará del lado de quien crea tenerla.
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