5/23/2020

¡Neoliberal!

Yo sé que prometí no involucrarme en discusiones filosóficas sobre tendencias económicas o políticas pero esta vez un compañero de trabajo, docente de filosofía y ética me retó bajo la promesa de que el debate, que gracias a la pandemia se hizo vía Zoom, lo mediara un juez que no permitiría continuar a quien una vez perdidos los argumentos usara los insultos personales como defensa de las ideas. Porque este ejercicio no debería ser otro que la batalla de las ideas.
Pero sucedió. En un momento interrumpió mi turno arrojándome lo que para él es el insulto más potente que puede usarse contra alguien. Me dijo “Neo-liberal”. Que al parecer suele ser asociado con el nazismo y la crueldad.
Y es extraño porque yo no me considero para nada un portavoz de lo que se conoce como “Neo-liberalismo”; sobre todo creo que es un error conceptual e histórico para referirse a economías que centran su institucionalidad en el principio emprendedor y la libertad de comercio. Para empezar, por si no lo sabían, el concepto de Neoliberalismo surge en la década del 30, lo acuña un alemán, Alexander Rüstow, que era un socialista que luego del fracaso del socialismo, adopta algunas ideas liberales pero no del liberalismo del siglo XIX, quiere algo intermedio y lo llama Neoliberalismo.
Ahora en américa latina esta etiqueta se ha usado para referirse a una serie de reformas económicas a partir del consenso de Washington de los 90’s; lo que no tiene nada que ver con el argumento que defendía en el debate. Yo defiendo la libertad personal, no defiendo al mercado por definición. Yo creo firmemente que las economías de libre mercado son las que generan mayor prosperidad, eso sí lo afirmo y la evidencia lo respalda. Pero lo que yo defendía en el debate era la libertad de las personas de perseguir sus proyectos de vida según lo que les parezca respetando ese idéntico derecho de los demás. Ahora ¿Qué sucede si tú dejas a los individuos actuando en libertad? Que el mercado surge espontáneamente; porque empiezan a intercambiar, a ver cómo se satisfacen las necesidades de otros y cómo mejorar su situación; es algo orgánico y natural. Pero si tuviéramos una situación teórica en la cual la libertad personal lleva a todo el mundo a decidir no participar del mercado, yo no tendría ningún problema moral contra eso. Eso lo explica Adam Smith en La teoría de los sentimientos morales, pero mi amigo infelizmente no ha leído a Adam Smith, sólo lo usa para referirse como “el padre del neoliberalismo”… Mira, este fue su primer libro y que escribió incluso antes de La riqueza de las naciones, una obra bellísima y que debería conocer cualquier mortal antes de cometer semejante despropósito conceptual.
Ahora, yo entiendo la definición (no la etiqueta) del “Neoliberalismo” y aunque mi amigo no me dejó terminar, debo decir que la comparto. Hoy en día Neoliberalismo significa cualquier cosa, ya no se puede usar de manera seria en discusiones académicas, porque fue usado para influenciar a los más jóvenes para asociarlo a políticas de mercado a la que se les atribuye muy malos resultados; Aquí en Colombia por ejemplo, se usa para referirse a reformas que se hicieron y que no fueron de mercado reales, se privatizaron entregando monopolios, oligopolios de forma muy corrupta, no se liberalizaron realmente las economías a los mercados externos, etc. Todo eso termina colapsando y afectando la economía del país, obviamente. Recuerdo que al ex presidente que se asocia más en Colombia al “Neoliberalismo” como etiqueta, fue a Cesar Gaviria Trujillo. Desde entonces, la oposición de centro izquierda y extrema izquierda empezó a usar el término. Este “neoliberalismo” se convirtió en el caballito de batalla demagógica para referirse a políticas corruptas estatales cuando en realidad no se están refiriendo a un sistema de economía competitiva abierta, como el que encuentras en Nueva Zelanda, en Suecia, Australia, etc. Como debió haber sido y que desde el nefasto Gaviria con su política (su remedo) de Apertura económica, fijó para siempre en la mente de los colombianos una concepto errado, no sólo de lo que es realmente el liberalismo económico de Adam Smith pero también un error conceptual.
Mi amigo de debate no sabe que el Neoliberalismo, el término acuñado por Alexander Rüstow (Socialista) describe más la ideología de centro izquierda moderna, es decir él pensaba que el Estado tenía un role demasiado limitado y que éste debería intervenir mucho más en el mercado y que había que crear un nuevo liberalismo, de ahí se desprende el la palabra Neo-liberalismo. Así que si se hubiera tomado la molestia de escuchar hasta el final mi intervención, hoy sabría que Neoliberalismo es un concepto mucho más estatista, una premisa de los modernos social demócratas.
Pero bueno, igual ya hoy la etiqueta Neoliberal está tan cargada emocionalmente hoy en día que si tú embotellas agua con la etiqueta de Neoliberal, no se la toma nadie, aunque el agua sea orines de los ángeles. Por eso la gran masa no necesita leer, sólo debes tomar esas etiquetas cargadas emocional y estratégicamente para manipular a tu antojo con discursos Anti-Neoliberales y llevas las de ganar, sólo las sueltas despectivamente cuando necesitas aplastar a tus rivales y hacerlos ver como individuos egoístas, horribles, moralmente desposeídos.
Yo defiendo la dignidad personal y la libertad, otros defienden la igualdad y la seguridad y eso no nos hace enemigos; pero tratar de insultar, de regir desde un pretendido altar de la moralidad adjudicándose el deber de señalar a quienes osen pensar distinto desde el desconocimiento, no merece mi atención en lo sucesivo.

Amén.