4/13/2022

SEPTEM SERMONES AD MORTUOS

 No sé si algunos recuerdan que solía decirse: Ni política, ni sexo ni religión, en las conversaciones sociales. Tenían razón; la evidencia empírica, la historia, ha demostrado con creces que la bestia humana, la obra máxima de Dios, no tiene las herramientas mentales para soportar que otros piensen y expresen sus creencias en voz alta si estas son distintas. El fanatismo religioso, el sectarismo político y últimamente las hordas intoxicadas con ideologías de géneros sexuales que se quieren imponer a la fuerza, catapultados por las redes sociales; han dejado en evidencia esta valiosa regla tácita de no hablar de estos 3 temas en público.

Con frecuencia, el sectarismo fanático, sello clarísimo del uribismo y el petrismo por ejempo, se enfrascan por ahora en insultos y agresiones verbales de un lado al otro. Sin embargo, y si decidimos no detenernos, esto terminará sumiéndonos en una guerra civil, la de siempre, la de toda la historia humana; mientras estos líderes Eugenesistas observan sonrientes cómo nos destrozamos como civilización para servirse los restos. Porque al final no les interesamos nosotros sin importar su discurso, sino el poder.

Yo sé que tú no quieres eso, porque caerán personas muy cercanas; pero cuando despertemos con las manos ensangrentadas de esta pesadilla, la realidad nos golpeará en el rostro. Es evidente que se fragua un fraude en las próximas elecciones presidenciales (de quien sea) y creeremos que se justificará la violencia (nos incitarán a ello). Atentos a esos mal llamados líderes que adoran, porque los verán con un fósforo encendido; indigandos, listos para dejarlos caerlo sobre este pueblo intoxicado de ideologías y vernos arder.