2/22/2022

YO CREO

 Así comienzo esta instrospección. 

Yo creo, es la expresión más personal y subjetiva que cualquier persona puede exteriorizar. Estoy haciendo uso aquí del máximo derecho individual después del derecho a la vida. El derecho a la libertad de opinión, propio de las democracias. Sin embargo, decidimos poner ciertas reglas implícitas para funcionar como sociedad.

"No expresar públicamente nuestras creencias espirituales, políticas o sexuales"

Y apenas rompimos esta sencilla pero fundamental regla de convivencia, todo se fue al carajo. Establecimos la anarquía como lo normal sólo porque nos sentimos protegidos por el pretendido anonimato de las redes sociales, donde todos somos jueces y verdugos sin que nadie nos regule. (A no ser que nuestras creencias vayan contra la narrativa de quienes controlan estos medios y su agenda pública)

Así que si ya entramos a cuestionar, criticar y agredir a las personas por sus creencias políticas, pasemos de una hijuemadre vez a cuestionar, criticar y agredir a las personas por sus creencias religiosas. Vamos a tildar de estúpidos o ignorantes a todos aquellos que no crean en lo que creemos nosotros, como decía mi abuelita; "Untado el dedo...".

Si ya nos dejamos manipular para transgredir las opiniones y creencias políticas de los demás, polaricemos de una jodida vez el entorno de las creencias religiosas. Este sí que tiene un espectro mucho más amplio que el político, así que si de liberar la esencia humana se trata, nuestra cobardía, nuestra ingeniosa proclividad al linchamiento público, lo que hay es material. Total podemos seguir escudándonos en la superioridad moral con la que nuestras creencias religiosas nos asisten, tal cual como con las políticas. 

¿No sería interesante? Memes, videos, burlándonos de los que creen en la virgen María, los santos, los ángeles, Jesucristo, Budha... Bacano ¿No?

Y qué hijuemadre, si ya vamos pa una guerra mundial ¿Por qué no publicar abiertamente que nuestras creencias son las verdaderas?. Después de todo quienes no crean lo que uno cree, no podrían si no ser una caterva de estúpidos, ignorantes y fascistas descerebrados.