7/05/2022

HALITOSIS VERDADERA

 


La halitosis es un término que sirve para definir un trastorno funcional que consiste en el aliento desagradable y que la ciencia se lo atribuye a factores fisiológicos o patológicos y es de esas condiciones que no sólo la sufren quienes la padecen sino mayormente quienes rodean a los que la padecen.

Dentro de su tipificación, me llama la atención una que los médicos llaman Halitosis verdadera y cito textualmente: “La halitosis verdadera está determinada por la presencia de un aliento desagradable, cuya intensidad sobrepasa los límites socialmente aceptables, por lo tanto resulta perceptible para los demás. Se subclasifica en halitosis fisiológica y halitosis patológica”.

Por otro lado tenemos a estas personas que sufren de una condición llamada Hipersensibilidad olfativa; creo que ya vas sospechando hacia dónde voy…

Yo soy uno de ellos, pero lamentablemente mi hipersensibilidad olfativa no se refiere a la halitosis fisiológica/patológica sino a aquella que sufren algunas personas que cada vez que abren el hocico es para hablar mal de alguien, criticar al prójimo, al familiar, al extraño y hasta a su madre. Esta es la que yo llamaría “halitosis verdadera”; este aliento extremadamente desagradable que emanan estas personas sobrepasa los límites socialmente aceptables y a mi entender clasifica como halitosis patológica; siempre tienen algo que decir, algo que opinar (malo) sobre cualquier persona, situación, gobierno, proceso, o lo que caiga en sus apestosas fauces. Suele pasarnos a nosotros los de hipersensibilidad olfativa que cuando aprendemos a reconocerlos, nos levantamos horrorizados y nos vamos; percibimos su mal aliento, su mala vibra aunque no hayamos hecho contacto visual aún, lo sabemos (a veces cuando ya es demasiado tarde y ya ha abierto su bocaza y dado rienda suelta a su incontinencia textual). Contrario a la halitosis convencional, estas criaturas desconocen que la sufren, se perciben a sí mismos como personas muy inteligentes y bien informadas; sienten esta necesidad de esparcir sus opiniones y disertaciones micobacterianas y que sería una lástima que su infortunado auditorio se perdiera de sus profundas reflexiones y opiniones. ¿Conoces a alguien así? ¿Alguien que abre la jeta sólo y exclusivamente para vomitar y volcar sobre los demás su miseria interior? Los vas a reconocer porque habla mal hasta de su propia familia, de sus amigos, de gente que incluso le ha extendido su confianza.

Por si las moscas te invito a hacerte un test infalible cada mañana, no vaya a ser que padeces de halitosis verdadera y no lo sepas. Es importante que te sitúes ante un espejo, te acerques y extiendas tu aliento y te preguntes: ¿Estoy abriendo mi boca durante el día para bendecir (hablar bien de los demás y de ti mismo/a) o vivo esparciendo mis opiniones (críticas por supuesto porque soy un pensador contestatario y avispado) la mayor parte del día?

Al menos así lo hago yo para mantener a raya esta lamentable enfermedad. Funciona.

Disclaimer:  Nada de lo que escriba en este blog o en mi perfil, debe ser tomado en serio ni con ello le estoy diciendo a nadie cómo debe vivir. Leer bajo su propia responsabilidad.