6/08/2016

¿Los demás? ¿La gente? II


Se crearon teorías que justificaran la masificación del pensamiento individual en Pro de un principio corporativo que sostiene hoy en día todo el sistema de pensamiento de la raza humana. Por eso es posible que hayas construido imágenes prediseñadas acerca de lo que es el éxito y el fracaso en una sociedad que no acepta el errar como elemento intrínsecamente formativo. No es sorprendente que la tendencia humana apunta a responsabilizar a 'los demás' no sólo de sus sentimientos, acciones y pensamientos negativos sino también de los positivos.
Hagamos un pequeño experimento.
Piensa por un momento en algunas de las cosas que te están mortificando ahora, (para no hablar de las que te mortificaron); Ahora busca su origen. Si encuentras a alguna otra persona o institución que con todo tu corazón y honestidad eximes de responsabilidad de lo que estás sintiendo,  pensando o haciendo, entonces estamos frente a un nuevo paradigma y esta lectura no es para ti.
Pero sospecho que hay alguien más a quien culpar, ¿verdad que sí? No te quita el sufrimiento pero no importa, hay alguien que no eres tú, responsable de ¡eso! Los paramilitares, la guerrilla, el gobierno, los políticos, los ricos, los pobres, tu ex, etc. ALGUIEN.
Ahora haz el mismo ejercicio pero con las cosas que te hacen feliz.
¿No es curioso que siempre deba haber ALGUIEN más al final de ese recuerdo? De alguna manera tú no tienes la responsabilidad.
Pero en fin, hasta ahora nos hemos referido aquí exclusivamente a las implicaciones físicas que intervienen en tu creencia de que sólo existen  factores (personas y entidades) externas a ti que producen acontecimientos que te afectan de manera positiva o negativa.
Qué tal si supieras que los eventos y cada uno de los acontecimientos, circunstancias, etc. que experimentas (incluyendo tus experiencias de riqueza o pobreza) están y siempre han estado y estarán sometidos en gran medida a las sensaciones, pensamientos y claro, las acciones que emanan de ti. En otras palabras que  en distintos niveles de creación, tú generas las situaciones y personas que directamente o indirectamente te afectan a ti y que 'los demás', 'la gente'... son sencillamente vehículos de tus propias creaciones y lo que es más sorprendente, que en el fondo eres el responsable de lo que te sucede.

Pero eso será en un próximo capítulo que espero la vida me permita compartir con ustedes.

6/07/2016

¿Los demás? ¿La gente? I



Se escuchan con frecuencia expresiones como ésta: 'Tú me haces sentir muy mal' (o muy bien dependiendo de la perspectiva y el estado de ánimo); 'Ustedes me hacen la vida imposible', mis padres o mis hijos, mi pareja... ¡todos!
Hay una creencia generalizada y es que al parecer 'todos', 'los demás' y 'la gente', son los sujetos responsables de lo que te suceda en la vida, de lo que sientas y hasta ¡de lo que piensas! Pero ¿quiénes son estos personajes que aseguras, determinan el curso de tu vida? Analicemos esto más detenidamente.

Parece ser que esto tiene su origen en un fenómeno cultural que se reduce a la forma como los hombres-humanos asumen la Educación respondiendo a su cosmovisión de la vida; dicho fenómeno se vio definitivamente matizado por el surgimiento de nuevas tendencias de la psicología moderna en la que se decidió de alguna manera responsabilizar a La Sociedad, La Familia, La Escuela y Al Estado entre otros, del desarrollo integral de los individuos (en especial los niños), 'des-responsabilizándolos' al mismo tiempo de sus propios procesos de desarrollo. Ahora todo lo que le suceda al individuo, tiene un 'responsable' que no es él mismo. Así las cosas, estas sociedades empezaron a alentar y aceptar paradigmas como 'normales' y se empezaron a connaturalizar con conductas que de algún modo no podrían ser consideradas como formativas para el desarrollo de la libertad y autonomía de los individuos. En otras palabras, se les educa para ser 'víctimas'. Es un rol muy complejo y requiere de la interacción de La Sociedad, La Familia, La Escuela y del Estado entre otros. De hecho esta madeja intrincada de Instituciones acató estos modelos de-formación y los estandarizó en sus propios y personalizados modelos evaluativos.
Todo es susceptible de ser considerado bueno o malo siempre y cuando pueda ser racionalizado, explicado y justificado por estas ciencias especializadas. La técnica y la forma que se usan para conceptualizar cualquier cosa que pueda ser racionalizada fueron puestas por encima de la esencia misma de las cosas.
Hay un concepto de estos en particular que influyó notablemente en la cosmovisión de los hombres-humanos, un concepto que va más allá en realidad de lo que suponen ya que de una manera inconsciente determinó el curso de la conducta humana y su historia  más o menos reciente. El concepto de 'cielo' o 'paraíso' y su opuesto el 'infierno'.
Desde las distintas culturas y a través de generaciones se ha venido transformando el significado inicial (y literal) del concepto, transfiriéndolo a un nueva interpretación filosófica-corporativa que necesitaba apuntalar las nuevas tendencias provenientes de la psicología moderna en donde el individuo es simplemente un sujeto pasivo que recibe la influencia de la sociedad que lo rodea. Es decir que desde niños se les enseñó a no responsabilizarse de sus propios sentimientos sino que son 'victimas' de las decisiones de los padres, maestros, y de los adultos en general. Al mismo tiempo, el 'nuevo concepto' había empezado a tener forma y se convirtió en el nuevo paradigma humano: 'el éxito'.  Representado comercialmente como gente esencialmente joven, bonita, delgada y rica; Esto traería la experiencia 'paradisíaca' de vivir una vida de 'perfección'. Ya no se requeriría morir para acceder al cielo, ahora podría experimentarse siempre y cuando los individuos fueran exitosos según los recién re-formulados estilos de vida. Una experiencia que como era de esperarse, no estaba al alcance de todos y que como toda experiencia humana requeriría de su opuesto: 'el infierno' o mejor: El fracaso. Obviamente no se esperaría que todo el mundo accediera al éxito pero se mantuvo como modelo de vida de modo que la mejor manera de justificar el no ser exitoso, es tener la posibilidad de culpar a otros por sus propios fracasos, misión que cumplen cabalmente las Instituciones antes mencionadas. Ser exitoso dentro del modelo convencional dejó de ser un suceso de crecimiento y logro para convertirse en una apología de la felicidad.

 Equivocarse, no tener la razón, no ser joven, rico, popular o bello, (experiencias intrínsecamente humanas e imposibles de evadir en estas multiplataformas virtuales  diseñadas para experimentar la vida), originaron un estado de frustración generalizada en sociedades que se empezaban a acoplar a una nueva era de desarrollo económico/social llamada era industrial. A su vez, muchos de sus líderes se convirtieron en los teóricos que eventualmente diseñaron sistemas educativos que reforzaran esta nueva creencia, por lo tanto esa gran masa que no encajaba en estos modelos de vida encontró la forma de justificar sus fracasos. (La escuela de-formación exigió justificar ausencias, faltas y todo tipo de fallas humanas siempre y cuando dicha justificación fuese ‘razonable’, llámese estudiante de primaria, universitario o empleado). A lo largo de su vida un individuo aprende a justificar su incompetencia, pobreza mental, crímenes o simple pereza gracias al alcohol, al gobierno, al invierno, la policía, su vecino... y hasta ¡cómo no! ¡A dios y al diablo!

La vida es dura