¿Te has puesto a pensar que casi cada cosa que “sabes” realmente no la sabes, y que en realidad es la percepción o el “conocimiento” de alguien más y que tú decidiste (o decidieron por ti) que ES cierto?
¿Has estado en
la luna? ¿Conoces la verdad sobre el Cvd19? ¿Tienes certeza de cada cosa que sabes,
que lees, que escuchas? ¿Apostarías un ojo o una pierna o algo más valioso para
ti como tu casa, tu carro, tu perro, tu cabello… sobre la veracidad de cualquier
tema que te pongan sobre la mesa?
El mito de la caverna
de Platón es más que una alegoría que nos ayuda a cuestionar el origen de
nuestro conocimiento, el problema de la representación de las cosas y la
naturaleza de la propia realidad.
¿Quién modela tu
conocimiento de la realidad? ¿Ves la realidad según quién? ¿Cuál el personaje,
el filtro metacognitivo o la cosmovisión que ha proyectado hasta ahora la
realidad en tu mente?
Este pequeño
predicamento nos lleva al siguiente problema: ¿Estás dispuesto a verificar,
cambiar (si es necesario), o al menos revisar la veracidad de tu conocimiento? Me
atrevería a contestar por ti: NO.
Porque tu
mente actuará en tu defensa, ella resaltará la evidencia que confirme tus
creencias previas. Tú le vas a dar importancia y credibilidad a la información
que coincida con tus conocimientos previos; lo demás estará equivocado. ¿O no
te sorprende “la estupidez de la gente”, que no es capaz de ver lo que tú en tu
diáfana inteligencia ves? ¿No te has preguntado cómo pueden ser otros, tan
ciegos, tan estúpidos?
Para mí una
persona inteligente no es aquella que tiene la capacidad de absorber el conocimiento
(que siempre termina siendo el encapsulamiento de las experiencias previas de
otros), sino quien es capaz de comprender, aceptar y reconocer el dualismo
ontológico que plantea Platón con el mito de la caverna y al mismo tiempo,
comprender, aceptar y reconocer el error sistemático del razonamiento inductivo
llamado: Sesgo cognitivo de confirmación; Esto le permitiría a un posible
individuo realmente inteligente, distinguir entre opinión y conocimiento, este
dualismo epistemológico que nos tiene exactamente donde estamos: escenarios
donde gente sobre informada pasa sus
días descalificando y atacando a todo aquel que discrepe de su propia
percepción de la realidad.
Dime
sinceramente ¿Cómo podrías estar equivocad@?