12/26/2021

EN CAMPAÑA

 Estas campañas políticas colombianas son un circo, pasando por las encuestas, los desesperados intentos de sumar votos, con propuestas de gobierno obscenas, ridículas, descontextualizadas y espero que sólo sean eso, unas propuestas populistas por parte de los ideólogos de esa rancia izquierda de siempre, del socialismo light de los progresistas y del socialismo vegetariano del centro democrático (Ya es hora de que alguien les diga que no pertenecen a ninguna derecha y menos ultraderecha, por ahí serían una derechita vergonzante que no ha sabido defender los conceptos de la vida, la libertad y la propiedad privada).

Todas esas propuestas lo que dicen es que aman tanto a los pobres que quieren multiplicarlos. No quiero imaginarme a una chanda de esas reemplazando al bastante incompetente presidente saliente.

Una de esas propuestas que busca sumar votos y cuyo ideólogo no quiero mencionar, propone subir los aranceles a la importación de alimentos… Dizque con el propósito de defender la producción nacional de la competencia externa con respecto a la industria alimentaria. Voy a intentar muy sucintamente explicar por qué es tan peligrosa esta propuesta, incluso peor que su otra propuesta de acabar con la explotación de hidrocarburos que en su momento trataré.

Si miras los países con mayores aranceles a la importación, se encuentran Burundi, Zambia, Mozambique, Zimbabue, Tanzania… No sigo porque creo que ya estás captando que estos países encabezan la lista de los peor nutridos del mundo, cuando sus intenciones con estas medidas era lograr justamente la “soberanía alimentaria”. El aumento de aranceles a los alimentos importados hace matemáticamente que estos aumenten de precio. ¿A quiénes afecta esto en primer lugar? A los ciudadanos con menores ingresos. Lo que parece no saber este ilustre “economista” es que un país no necesariamente TIENE que producir TODOS sus alimentos (él parece creer que sí), cuando dicha soberanía alimentaria se logra más fácilmente con las ventajas comparativas.

No voy a aburrirte con teorías económicas que estoy seguro que en tu vasta formación académica conoces por la lectura de toda la escuela austríaca de economía; además cualquier mentecato con dos dedos de frente puede percibir el enorme peligro que significa limitar los lazos comerciales con otros países, podríamos terminar aislados para luego salir a vociferar contra el bloqueo internacional que nos ha impuesto el neoliberalismo imperialista yanqui.

Ya suficiente hemos tenido con las decisiones económicas lamentables de nuestro presidente de Polombia, ese zurdito del centro democrático que se ha encargado de aumentar el tamaño del estado tal como lo haría cualquier lidercillo del socialismo del siglo XXI). Y acá seguimos pensando que este mequetrefe es un representante de la “derecha masona”; ni nos hemos enterado que hace rato estamos ya inmersos en un socialismo light; yo lo llamaría más un Millenial-socialismo, una suerte de síntesis de Marx y Google, transmitido en un iPhone por redes sociales.