Al parecer muchas personas
ignoran lo que los indicadores confirman, desde antes de la plandemia: La caída
de la demanda universitaria a nivel mundial, no sólo en Colombia; especialmente
en el esquema ortodoxo de la formación profesional presencial. Y eso no
significa que el interés de las personas por formarse profesionalmente haya caído,
no señores; lo que sucede es que vienen emergiendo con fuerza otras
alternativas de formación virtual en todas las áreas, con costos muy
escalonados, menos burocráticas y ciertamente más eficientes, que están
respondiendo a unas expectativas sociales que La Universidad no ha sabido
interpretar ni responder satisfactoriamente.
Francois-Guy Trebulle,
decano de la Sorbona, expresó recientemente: “Si las universidades no
evolucionamos, vamos a desaparecer”. Mismo diagnóstico hace David Roberts de la
universidad de Silicon Valley, o más apremiante aún la declaración de Dan Levy
de Harvard: “Muchas universidades van a cerrar porque no hacen falta”. Si
alguien leyó el libro de Andrés Oppenheimer (Sálvese quien pueda), narra cómo
el presidente del MIT habla del fin de algunas carreras tradicionales; por
razones obvias, no existe una relación directa entre lo que nuestra sociedad
necesita (demanda) y lo que las universidades catatónicas de siempre ofrecen.
Hoy en día, si quieres trabajar para multinacionales como Microsoft, Apple,
IBM, Google, no te van a pedir el cartón de ingeniero de sistemas. Cada vez más
observamos cursos certificados online que te preparan para una nueva demanda
laboral, que al parecer a las universidades tradicionales no les han comentado
aún.
Claro, si eres de estas
corrientes teóricas que creen que la solución es que las nuevas empresas que
ofrecen formación técnica y profesional pertinente decrezcan, para que las
universidades de formación tradicional sigan moviéndose con vida como el gusano
prehistórico que son, pues déjame decirte que te entiendo, pero también estás
destinado a extinguirte. Por eso se escucha con tanta frecuencia aún por parte de
estos gusanos políticos populistas de derecha e izquierda de nuestro país, que se
necesitan reformas billonarias que nos permitan endeudarnos por generaciones,
para seguir alimentando dinosaurios que devoran el erario público porque la
clave está en la “educación estatal, gratuita y de calidad”, así le dicen a esta
porquería de sistema educativo que tenemos. O sea, mucho, mucho más dinero en
infraestructuras anquilosadas por la corrupción y la idiotez, en plena 4ta ola
revolucionaria de la era de la información y la tecnología. Ni se han enterado,
porque creo que no es ni maldad, simple pereza intelectual, ignorancia y/o
artrosis mental.
Piensa muy bien antes de
meter a tu hijo/a en este sistema de deformación profesional que llamamos
universidades y sobre todo piensa si ese título profesional que los acreditará profesionalmente
después, ¿5? ¿8? ¿12 años de estudios universitarios? Los harán parte de la
demanda mundial de las nuevas profesiones del mundo Postpandemia.
Para que después no tengas
que echarle la culpa a Petro, Uribe o Duque.