Yo creo firmemente que el 99% de la gente no comprende
realmente cómo funciona la autoestima; lo relacionan con su aspecto físico, o
mental, financiero o peor aún: espiritual. Tiende uno a creer que las personas guapas o
inteligentes o adineradas o espirituales, que solemos admirar, son personas con
una alta autoestima. Porque claro ¿Si yo fuera así de guapo, inteligente, rico o
buena persona, yo tendría mi autoestima
por los cielos. Pero si hicieras un estudio más juicioso y averiguaras en vez
de asumir, descubrirás con horror que muchos de esos avatares modelos que admiramos,
sufren de una muy baja autoestima. O dicho de otro modo: No confían en ellos
mismos; porque resulta que la autoestima tiene que ver con la confianza. Me
explico: Si una persona te promete algo y te incumple, tú empiezas a perder la
confianza en esa persona ¿Pero qué pasa si te lo vuelve a prometer y te vuelve
a fallar? Pierdes aún más confianza y dejas de creerle. Pues déjame decirte que
funciona exactamente igual en la relación contigo mismo; cuando te prometes que
llegando a casa te vas a poner a estudiar o a trabajar en algún proyecto y en
cambio te queda viendo videos de tiktok, o te pones a ver televisión. O cuando
te dices que vas a empezar la dieta (por salud o estética) pero llega un
helado, una galleta que te hace caer, notarás como pierdes confianza en ti
mismo, te haces pequeño, ante cada promesa fallida, tu confianza en ti mismo se
hace cada vez más pequeña. Pues bien, no importa si eres guapo, inteligente, acomodado
financieramente o un guía espiritual; si esto te ha pasado o te pasa, entonces
tienes una baja autoestima. Un gigante que confía en sí mismo no es sino una
persona que se ha ganado su propia confianza porque cuando se hace una promesa
a sí mismo, la cumple. Esto pasa muy desapercibido para el común y claramente
no te lo van a enseñar desde el colegio porque eso te haría un gigante y pues… Pero
esto es así. Un gigante sabe que si se promete levantarse temprano (a lo que
sea) se levanta, si se promete llamar a alguien lo llama, si se promete
terminar algo, lo termina. Ahora, esa confianza no apareció ahí porque es un
afortunado o apareció de la nada. SE LA GANÓ.
Quien padece de baja autoestima, es decir, quien no
confía en su palabra, suele transitar en un círculo vicioso de buenas
intenciones y decepción, culpa, entusiasmo desmedido, frustración; sabe que va
a fallar desde su subconsciente pero se logra autoengañar: mañana sí me levanto
a trotar, mañana sí dejo este vicio, mañana sí comienzo esa dieta… El resultado
será el mismo, porque ya sus redes neuronales están conectadas, cableadas del
mismo modo y es muy muy difícil, pero sobre todo requiere de un acto supremo de
voluntad, salir de eso. Lo digo con conocimiento de causa, porque cuando
comprendí esto que fue no hace mucho, vine a comprender los ciclos de vida que
por muchos años había estado experimentando. Por supuesto conté con personas
especiales que me ayudaron a salir de ese pozo sin fondo, porque es muy difícil
hacerlo solo; eso lo sé. Desde entonces, a esas pocas personas que han llegado
a mi vida en la misma situación, buscando ayuda, apoyo en ese proceso, les he
brindado mi experiencia y conocimiento en ese tema. Sí, me conoces bien, sabes
que el uso que le doy a este famoso “Zê Coaching” en las redes sociales es una
parodia, me burlo de la moda del “coaching”, pero pocas personas saben que
puedo ayudarles y lo he hecho dentro de las limitaciones que también tengo, pero
por fortuna, el proceso es personal.
Si algún día necesitas de verdad romper esos patrones
de baja autoestima, creo que en algo podré ayudarte. Mi número de cuenta es 784
662 23 34 Ahorros BCSA
Ah pa’ otras cosas sí tienes plata.
Jeje, besis.
p.d. Sólo porque conozco a mi gente, ese número no es
una cuenta real…