12/04/2021

NECROSIS MORAL II

 Cuando le recomendé este libro a un amigo profesor, se sonrió, me miró con esa condescendencia con la que se mira a un niño travieso. "Tú y tus libritos de superación personal", me dijo y cambió de tema.

Yo no puedo culparlo, es una constante que el individuo promedio desconozca qué desconoce y es una apología viviente a la estupidez el que al mismo tiempo crea desde el fondo de su corazón que sabe suficiente.

Así ha sucedido históricamente; la prueba está en que aún es parte del proyecto de vida del ciudadano común, el perseguir endeudarse para lograr títulos universitarios que lo preparen para el factory system de 1840. 

Ahora, todo esto es perdonable antes de haber entrado en la revolución digital y de la información, pero ¿hoy en día? Es increíble que aún se crea que el sistema educativo nos esté formando para este mundo que vivimos. Así como los pobres del mundo salieron tarde de la era agrícola a la era industrial, y los que despertaron tarde entre la era industrial, la postindustrial y esta; los pobres del mañana, serán lo que estén formados en la era postindustrial y no en la era del Internet de las cosas. Podrán culpar a los gobiernos, a los políticos, a quienes quieran; pero yo estoy aquí para decirles que esta eclosión de la información globalizada castigará la soberbia intelectual de quienes ignoraron todas las señales; a los que no vieron venir el dramático cambio de divisas que se aproxima, la desaparición del dólar como moneda franca y del dinero físico en general, de intercambiar productos y servicios, del flujo del dinero. Incluso esta plandemia debió habernos forzado a abandonar esos modelos obsoletos de formación académica que demostraron toda su falencia con sus famosas "clases virtuales". Los que sólo usan su teléfono inteligente para consumir productos y servicios enriqueciendo a otros y empobreciéndose a sí mismos. A los que usaron la deuda sólo para comprar pasivos. A los que no leyeron, a los que confiaron en los bancos, en las instituciones educativas, en los políticos populistas, en los noticieros; de hecho, la abrumadora sobreinformación actual, será su propio verdugo.

Es también muy común creer que todas estas proyecciones están en un futuro lejano, pero te garantizo que alguno de mis pocos lectores recordarán mis palabras en algún momento del 2022. Cuando no sepan a dónde se fue su dinero, ni cómo funciona el nuevo sistema financiero, ni cómo sobrevivir en un mundo que abiertamente está mostrándonos hoy hacia dónde va, hacia dónde vamos.

Y va uno a ver y todos estos "libritos de crecimiento personal" lo explicaron con detalle, pero ya será demasiado tarde.



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario