Ya me han preguntado varios
contactos que por qué no he vuelto a opinar sobre política, especialmente ahora
que se ha dado toda esta tormenta mediática. Lo cierto es que hace un tiempo, mi
mentor me hizo caer en cuenta de varias inconsistencias en mi formación mental.
No voy a entrar en detalles, pero digamos que no había comprendido las razones
conceptuales por las que dos personas que estemos viendo los mismos hechos,
realmente no estamos viendo lo mismo. Ni esa persona ni yo somos estúpidos (en
mi infinita ignorancia, yo creía que sí), simplemente por razones que están más
allá de mi entendimiento, la mente creativa es un misterio, mientras la mente
humana es muy limitada. ¿De qué mar me estás hablando si yo sólo veo agua?
Construcción de la realidad:
Según esta perspectiva, la percepción no es simplemente un proceso pasivo de
captar la información del entorno, sino que también implica una interpretación
activa y subjetiva. Cada persona construye su propia realidad a partir de sus
procesos cognitivos, emociones, expectativas y conocimientos previos.
Sesgos cognitivos: Los
sesgos cognitivos son distorsiones sistemáticas en el procesamiento de la
información que pueden afectar la percepción. Algunos ejemplos de sesgos
cognitivos comunes incluyen la confirmación, la disponibilidad, el sesgo de
retrospectiva y el sesgo de atribución. Estos sesgos pueden influir en cómo las
personas interpretan y recuerdan la información, sesgando su percepción de la
realidad.
Teoría de la autopercepción:
Esta teoría propone que las personas forman sus opiniones y creencias sobre sí
mismas al observar su propio comportamiento y extrapolar inferencias sobre sus
características y motivaciones internas. Estas inferencias pueden influir en
cómo perciben a los demás y cómo interpretan los eventos externos.
Teoría de la atribución: La
teoría de la atribución sugiere que las personas tienden a atribuir las causas
de los comportamientos a factores internos (como la personalidad o los rasgos)
o externos (como la situación o el contexto). Dependiendo de las atribuciones
que se hagan, la percepción de los eventos y las personas puede variar
considerablemente.
Por lo tanto, encuentro
absurdo ponerme a discutir con otra persona acerca de cómo percibe los eventos
políticos, económicos, teológicos o por extensión, cualquier evento, si al
final cada quien ve lo que quiere o espera ver. Haz de cuenta que dos individuos están discutiendo, uno en alemán y el otro en japonés y ambos creen que están
entendiendo.
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