Es como caminar por las calles de facefuck de día.
Hablar con Sam para tener una conversación interesante, reflexiva; de cualquier forma mejor que con zombies. Aunque sabes que te observan, sabes que están esperando la noche oscura del alma, la fragilidad de la concordia, de la armonía.
Para poder andar los viejos caminos junto con los nuevos, reírse de uno mismo, de la idiotez generalizada, de la trampa, del cerco.
Este silencio, esta quietud que antecede cualquier tormenta, es invaluable..
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